Curiosa es la idea que se te pasa por la cabeza de que quizás, entre tanto temario y tantas hojas llenas de letras, y números, entre tantas citas y tanto que planificar, los sentimientos se mantengan poco al margen y decidan dejar de hacer ruido... curiosa, e irreal.
Aunque quizás sí parte de mi cabeza esté sumida en mil asuntos, los pájaros nunca dejan de revolotear nerviosos. Esos no tienen nada que hacer salvo picotear y trinar en mi pecho. Lo bueno -o menos malo- es que últimamente, no duelen tanto.
Quizás asumir que todo está cambiando ayuda. Quizás algo dentro de mí se ha recolocado -como ella suele decir- y todo está un poco más ordenado dentro de este caos. Y sienta bien. También sienta bien sentir que a cada día que pasa tienes un peso menos en la espalda. Hasta que por fin, pueda empezar de cero.
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