domingo, 3 de marzo de 2013

Mentira número 20: "No one needs to be alone, oh, save me"

Para, por favor. Déjalo ya. Deja de cambiar de opinión a cada segundo que pasa. No puedes depender tanto de las personas que te importan, ¿me oyes?, no puedes. No puedes pretender recibir todo lo que das, porque no todos son como nosotras. No te pueden afectar tantísimo detalles tan insignificantes. No puedes ser tan vulnerable, tan débil. Querida cabeza, tampoco te pido tanto. Sólo que me des un respiro. Lo tienes todo para ser feliz, ellos te quieren, sabes que tienes a muchas personas que se preocupar por ti. Y aún así, ¿por qué me haces sentir de esta manera? ¿Por qué la constante sensación de no encontrar mi sitio? Me consume. Me consume todo esto, y me consume apenas tener motivos para sentirme así. Pero no puedo controlarlo. Es ella, ella todo el rato. Para, por favor.
Y es que aquí, mejor o peor, parece que todo le mundo sabe cuál es su rol. Todo el mundo parece tener su sitio, su función, su gente. Y yo debería, claro que debería. Entonces, ¿por qué estoy así otra vez? Porque no, eso no es nada nuevo. Esto es un pensamiento que intento ahogar, pero que sale a flote de vez en cuando junto con mis temores más oscuros.

Rodeada de gente y aún así... me siento sola. 

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