Un día duro el de hoy, y lo que queda. Entrar en un tanatorio nunca es fácil. Bueno, yo por lo menos saldré de él.
La lluvia gris baña el día gris, y yo, afectada e impasible a la vez, veo cómo suceden las cosas a mi alrededor, sin poder hacer mucho. Pero estoy bien así, supongo que porque mi vida es fácil comparada con otras muchas que se resumen en sufrimiento, y más sufrimiento.
Los días pasan y yo intento moverme, pero me veo tan pequeña en este mundo tan grande que siento que cualquier esfuerzo que haga, por grande que sea, sirve de menos que el soplo que las alas de una mariposa ofrecen en una lucha de auténticos titanes.
Y poco puede hacer una niña perdida como yo, más que dejar que la lluvia moje mis pensamientos.
Pero estoy bien así.
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