viernes, 31 de mayo de 2013

Mentira número 71: Bring me to life

Incompleta. Quizás sea ahora mismo uno de los mejores adjetivos que me definen. No triste, no feliz, simplemente, incompleta. Un vacío de tamaño considerable dentro de mí que nunca, nunca se llena. Si lo de alrededor palpita, y rebosa, quizás ese vacío duele menos. Pero llegan épocas de sequía y el vacío grita, y pide algo -que aún desconozco-, y empieza a hacerse de notar, y araña, y escuece. Y ojalá fuera evitable, pero llevo quince años intentando llenarme, y ha sido en vano.
Por suerte aparecen pequeños haces de luz y esperanza, que provocan una sensación -falsa- de plenitud -efímera-.
Pero como siempre y por desgracia, los fantasmas son más fuertes que los pájaros. El hastío gana el pulso a las sonrisas, aunque todo es cíclico.
Y ahora me encuentro en un punto muerto del ciclo. Y quiero resaltar ese adjetivo.
Ni bien, ni mal. Muerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario